Por Ernesto Soto
El mito del 41, del homosexual, del hombre con capacidades diferentes a la virilidad natural, entonces denominados jotitos, se inició hace más de 100 años, exactamente un domingo 20 de noviembre de 1901, en un inmueble de la calle de la Paz, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Entre los asistentes a esa tertulia se encontraba Ignacio de la Torre y Mier, esposo de Amada Díaz, hija del entonces presidente Porfirio Díaz Mori.
“Hombres vestidos de mujeres son apresados en una gran redada durante un baile clandestino de la sociedad porfiriana”, reseñó y publicó en una hoja volante el caricaturista José Guadalupe Posada.
Ernesto Soto Paez
El 22 de febrero de 1914, a la medianoche, el presidente golpista, Victoriano Huerta, llamó urgentemente a todo su gabinete para establecer nuestras estrategias de gobierno en un país convulso, con pocas palabras terminó la zozobra producida por los rumores: Francisco I. Madero y José María Pino Suárez estaban muertos.
Ernesto Soto Paez
El pronunciamiento militar en contra del presidente Francisco I. Madero del 9 de febrero de 1913, sacudió a la capital del país pues la encabezaron los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, apoyados por la Escuela Militar de Aspirantes, alojada en Tlalpan; por otros oficiales y políticos, así como por fracciones del 1/o., 2/o. y 5/o. Regimientos de Artillería, dos escuadrones del 1/er. Regimiento de Caballería, la mayor parte de la Gendarmería Montada y la casi totalidad del Batallón de Seguridad del Distrito Federal, quienes iniciaron el motín conjuntamente en Tacubaya y Tlalpan.
Durante 35 años ejerció el poder absoluto Porfirio Díaz y aunque en ocasiones fue muy irreverente, participó en numerosos hechos históricos, políticos, culturales, y científicos del país, al cual puso en la ruta de la modernidad.
Este militar y dictador, fue un mestizo afrancesado, guerrillero y que una vez en el poder, se negó a dejarlo, descripciones paradójicas de José de la Cruz Porfirio Díaz Mori alias Porfirio Díaz.
