Se ha dicho que le cortó la lengua en vivo al senador Belisario Domínguez y que como titular de Gobernación, ordenó el crimen de otro senador: Serapio Rendón. Todo esto no se ha podido comprobar históricamente, lo mismo que su decida participación en el golpe de Estado que acabó con el régimen legal de Francisco I. Madero.
Lo cierto es que sus padres fueron los indígenas Pedro Urrutia y Refugio Sandoval, la que murió tras dar a luz a Aureliano. Esa familia se dedicaba al oficio de panaderos, de lo cual vivió en sus primeros el joven Urrutia, quien realizó sus estudios en Xochimilco y después en la Escuela Nacional de Medicina, obteniendo el título de médico en 1890, como el más brillante alumno de su generación y del país.
En 1893 prestó sus servicios como médico militar en el territorio de Quintana Roo. Fue miembro del 3.er. Batallón destacado en Chilpancingo, Guerrero, donde conoció al general Victoriano Huerta, a quien salvó la vida cuando la primera campaña del batallón se sublevó y trató de asesinarlo.
Tras reincorporarse a su profesión, se destacó como uno de los más prominentes cirujanos de México, por la perfección de sus operaciones casi sin derramar sangre.
Además, fue el primer médico-cirujano en emplea las nuevas técnicas y sustancias de anestesia en el quirófano.
Pero, su compadrazgo con Huerta condicionó su ingresó por la política, el semi abandonó de la profesión médica y finalmente su declive. En 1912, cuando Huerta triunfó en la batalla de Rellano contra los orozquistas, se unió a él. Sin confirmarse, se ha dicho que conspiró a su lado y que participó en la caída del presidente Francisco I. Madero.
En junio de 1913 fue nombrado Secretario de Gobernación, cargo que desempeñó hasta septiembre de ese año. Tampoco está confirmador, pero se dice que el 7 de octubre de 1913, le cortó la lengua, en vivo, al Senador Belisario Domínguez, y la envió como obsequio al usurpador.
La noche del 7 de octubre de 1913, Belisario Domínguez fue sacado de su habitación en el hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, donde fue martirizado y asesinado cruelmente de varios balazos. Sus verdugos, Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta, sepultaron el cadáver desnudo, y quemaron las ropas con petróleo. Los criminales confesaron, a la caída de Huerta la falsedad de que el doctor Aureliano Urrutia, enemigo profesional de Belisario Domínguez, le hubiera cortado la lengua en un quirófano improvisado y se la hubiera enviado como un "trofeo" a su amigo Victoriano Huerta.
Otro caso fue el del diputado Serapio Rendón, quien después de pronunciar un fogoso, viril y patriótico discurso en la Cámara de Diputados en contra de Victoriano Huerta, fue aprendido y luego asesinado en Tlalnepantla, Estado de México. Este año fue nombradoDirector del Hospital General, donde medio retomó el oficio de cirujano.
Sin embargo, en mayo de 1914, ante la inminente caída del régimen huertista, se exilió y fijó su residencia en Estados Unidos, donde se dedicó de lleno a la medicina. A él se debe la iniciativa para establecer el descanso dominical y las mejoras implantadas en el ramo de salubridad pública. Además, su labor como cirujano fue reconocida en todo el estado de Texas, sobre todo cuando separó a unos hermanos siameses con éxito, la primera operación a nivel mundial de ese tipo.
Su vida personal
Aureliano Urrutia contrajo matrimonio en 1896 en la Ciudad de México con María de la Luz Fernández Montañez; el matrimonio duró hasta la muerte de doña Luz en 1921. Tuvieron 12 hijos. Urrutia contrajo matrimonio por segunda ocasión, con Catalina Tazzer Coppe en San Antonio, Texas, en 1923; se divorciaron en 1928. Tuvieron cuatro hijos.
Contrajo matrimonio de nuevo, con Graciela Muñoz Peza, en San Antonio, Texas, en 1933, pero al año siguiente se divorciaron. De ese matrimonio nació un hijo: Saúl Urrutia. Después de eso, Urrutia tuvo una hija con una mujer fuera del matrimonio, a quien él reconoció como suya y le puso el nombre de Raquel.
En 1951 Urrutia, de 79 años, se casó por última vez, esta vez con Carlota González Miller, una de las hijas del general Pablo González, quien había fallecido recientemente; no tuvieron descendencia.
Aureliano Urrutia falleció en San Antonio, Texas, el 14 de agosto de 1975, a la edad de 103 años. En México, después de una carrera brillante en la medicina, está casi olvidado y muchos de los actos de su vida son poco conocidodos.
Referencias bibliográficas
Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, Secretaría de Gobernación (1994). Diccionario histórico y biográfico de la Revolución Mexicana (primera edición). México, D. F.
Las Crónicas de Aureliano - ¿Eminencia médica o abuso de poder? Tesis de licenciatura, UNAM, 2010.
La decena trágica a la luz de la historia. Editorial Esfinge, México D.F. 1983.
Deja un comentario