Además, varios son los hechos que ligan a diversos personajes hidalguenses con la temible agrupación que asoló a los habitantes de la capital de la República en aquellos años.
El primero, sin duda, fue la inclusión de Bernardo Quintero, un agricultor de Almoloya, considerado como una de las piezas fundamentales que integraban la banda; de igual manera, fue considerada Aurora García Cuellar, una joven de 24 años, originaria de la ciudad de Pachuca, quien muy enamorada, se incorporó al grupo de Rafael Mercadante, uno de los principales jefes de la banda, y, finalmente, se encontraba Ángela Agís (o Sánchez), oriunda de Apan, quien vivió un tórrido romance con Higinio Granda, el más importante miembro de la famosa Banda de Automóvil Gris.
Otro hecho fue el atraco que perpetraron en la casa número 94 de las calles de Donceles, en la ciudad de México, propiedad del ingeniero Gabriel Mancera, rico minero hidalguense que explotaba varios fundos en Mineral del Chico y era, además, propietario de empresas textiles en su natal Tulancingo y dueño de los Ferrocarriles Hidalgo y del Noreste.
El robo a Mancera, ex presidente municipal de Pachuca y varias veces diputado local y federal, ascendió a 434 mil 960 de aquellos pesos y fue el más cuantioso botín. De él, se dice, obtuvieron los ladrones un bellísimo collar de esmeraldas que más tarde apareció en el cuello de María Conesa La gatita blanca, afamada tiple del Teatro Principal, obsequiado según se dijo, por el general Pablo González, quien quedó así enlazado a los hechos delictuosos de la banda, sin que llegara a probarse nada.
El tercer hecho se derivó del cumplimiento de la orden de fusilamiento de los diez principales cabecillas de la banda, cuya ejecución fue encomendada al comandante militar de la Ciudad de México, general Francisco de P. Mariel, reconocido revolucionario, que encabezó en unión de su hermano Nicolás, el primer levantamiento en el estado de Hidalgo, a favor de Francisco I. Madero, en su natal Huejutla. Más tarde, incorporado al Ejército de Oriente, entró en la capital de la República para esperar a Venustiano Carranza, debido a lo cual el primer jefe lo nombró Comandante Militar de la Ciudad de México, etapa en la que los miembros de la Banda del Automóvil Gris fueron condenados a muerte.
De esta ejecución, realizada bajo las órdenes de Mariel, existen diversos testimonios, pues fue filmada tanto por Enrique Rosas, como por Jesús Hermenegildo Abitia y fotografiada por miembros del ejército y una nube de periodistas, entre ellos el fotógrafo Agustín Víctor Casasola.
Queda así enlazado el estado de Hidalgo a los acontecimientos derivados de los atracos de la Banda del Automóvil Gris, cuyas correrías se convirtieron muy pronto en toda una leyenda del crimen en México, mismas que sirvieron de guión para la realización de una de las 100 mejores películas del cine mexicano.
El automóvil gris es una de las primeras películas mexicanas y la más célebre del cine mudo de ese país. Filmada originalmente como una serie de 12 episodios, la historia está basada en hechos reales ocurridos en 1915 y fue una superproducción que superó las expectativas del público y la crítica en el naciente cine mexicano.
Fue protagonizada por un policía verdadero (Cabrera) e incluye escenas verídicas del fusilamiento de los ladrones, filmada por Rosas. La cinta fue estrenada el 11 de diciembre de 1919 pero, posteriormente fue re-editada y sonorizada por su editor original (Miguel Vigueras), en 1933 para compilarla en una sola película, aunque durante el proceso de edición lamentablemente se perdieron varias partes originales de dicha serie.
Por cierto, algunas escenas del filme silente, fueron rodadas en locaciones intermedias en la colonia Morelos y el barrio de Tepito, pues a espaldas de la célebre Casa Blanca iban a tirar algunos cadáveres los integrantes de este grupo delictivo.
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