Según datos que el portal Animal Político publicó y tomó del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en Guerrero 43.8% de la población femenina sufrió violencia en la infancia y 38.6% la padeció de manera física. Guerrero es la octava entidad en el país que más llamadas telefónica de emergencia por violencia de género registró al 911, según refiere la nota de Animal Político firmada por la reportera Lidia Sánchez.
Hasta 2018, añade, Guerrero se perfilaba como una de las diez entidades más mortíferas para las mujeres.
Y si bien para 2019 se reportaba una caída a la mitad de los indicadores sobre violencia de género contra las mujeres, una auditoría del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló que en el registro de esa presunta disminución había múltiples fallas, sub registros, ocultamiento y reclasificación deliberada de ilícitos como feminicidio y extorsión.
Empero, los datos sobre violencia de género en Guerrero y las demás entidades del país fueron clasificados como información reservada hasta 2023, concluye la nota de Animal Político.
De manera que un personaje, como Salgado Macedonio, que no ha mostrado la mínima voluntad por esclarecer las acusaciones en su contra, estaría gobernando durante los próximos seis años un estado en el que la violencia de género va al alza, acompañado de su cauda de impunidad, complicidad y machismo. ¿Será que de verdad las y los guerrerenses quieren un gobernante así?
Habría entonces que enfrentarnos al hecho de que, como se dice coloquialmente, “así son las cosas” en ese estado, y que así es como se entiende la “equidad de género” y la impartición de justicia hacia las mujeres, algo que muy probablemente no sea tan distinto de lo que sucede en otras entidades del país, la Ciudad de México incluida.
Por otra parte, ¿qué tan importante sería para la Cuarta Transformación sostener la candidatura de Salgado Macedonio, contra viento y marea? O dicho de otro modo: ¿qué es lo que éste le garantiza a la 4T en Guerrero? ¿O será que el líder máximo de dicha transformación, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a pagar una muy fuerte factura política al senador con licencia, a cambio de qué tipo de favor que el guerrerense le habría hecho y por eso asume públicamente su defensa, hasta el punto de ser visto por las feministas como un cómplice de la violencia de género que han padecido durante las décadas del neoliberalismo y lo que va de este gobierno transformador?
Hasta donde es posible comprender, el asunto simplemente consiste en esclarecer si el político guerrerense tiene la responsabilidad que le imputan o no. Y esto debió resolverse hace muchos años: una de las demandas fue presentada en Diciembre de 2016, cuando Salgado Macedonio habría violado en tres ocasiones a una menor de edad –identificada por sus iniciales JDG-, a la que habría golpeado y amenazado de muerte si lo denunciaba, según publicó el columnista Héctor de Mauleón en el periódico El Universal. Los hechos habrían ocurrido, según la denuncia presentada ante autoridades guerrerenses, cuando Félix Salgado era director del diario La Jornada de Guerrero.
La otra denuncia fue presentada el año pasado por hechos que ocurrieron hace 22 años, cuando la agraviada era también menor de edad y Salgado buscaba por segunda ocasión llegar a la gubernatura de Guerrero. En esta demanda la acción penal prescribió, es decir: quedó sin efectos legales para el imputado, dado el tiempo transcurrido, según determinó la Fiscalía General de Justicia del estado.
En esta ocasión la denunciante se llama Basilia Castañeda, quien recién anunció que se desistía de emprender más acciones legales contra Salgado Macedonio, no solamente por carecer de los recursos financieros para sostener el juicio, sino porque, dijo, “se siguen manteniendo los privilegios que sostienen la impunidad a través de invocar formalidades y que incrementan el riesgo de quienes denunciamos”, según publicó la revista Proceso, apenas este Lunes.
En un comunicado, la agraviada hizo notar que ha sufrido violencia por parte de militantes de Morena, lo mismo en redes sociales, que fuera de su domicilio, cuando ha salido para tratar de acudir a interponer los recursos legales a que tiene derecho.
Si al final de cuentas el asunto tiene el desenlace previsto, muy seguramente tendríamos que aceptar el hecho de que nuestra democracia tiene mucho de barbarie y resabios aún peores. ¿Será posible que el país transite por esa ruta sin mayor deterioro al que ya padece?
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