Lo anterior quiere decir que siete de cada ocho llamadas realizadas al 911 el año pasado fueron llamadas de broma, falsas o situaciones que no correspondían a una emergencia, señala el documento del IBD.
La investigación, difundida en un comunicado, revela que, en el 2017, las entidades federativas con mayor número de llamadas improcedentes fueron: Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Guanajuato y Baja California; mientras que los estados que registraron un mayor porcentaje de llamadas reales de emergencia fueron: Nuevo León, Querétaro, Colima, Aguascalientes, Baja California y Chihuahua.
A nivel nacional, el IBD apunta que, de las llamadas procedentes durante 2017, nueve millones 760,990 fueron por temas de seguridad pública (70.03%); dos millones 030,217 fueron por cuestiones médicas (14.56%); un millón 292 mil 623 fueron por servicios públicos (9.27%); y 853 mil 844 por servicios de protección civil (6.12%).
En la LXIII Legislatura se han presentado al menos cuatro iniciativas para sancionar a quienes hagan uso indebido del número de emergencia; de ellas, tres se encuentran pendientes de discutirse en las comisiones de la cámara de origen, mientras que una recibió dictamen negativo, indica el estudio del IBD.
Finalmente, el IBD advierte que, además de la homologación de los números de emergencia, se debe enfatizar en la necesidad de fortalecer la cultura social de un uso correcto del número 911. Estos pequeños cambios en lo familiar, concluye el documento, pueden generar una gran diferencia en lo nacional.
El estudio completo puede consultarse en la siguiente dirección electrónica:
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