Asimismo, exhorta al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático para que presente un informe sobre las adecuaciones legales que se deben realizar para que las metas, establecidas en la Estrategia Nacional de Cambio Climático, se puedan cumplir.
Actualmente existe una gran preocupación por el constante incremento de los gases de efecto invernadero (GEl), cuyos niveles son los más altos que se han reportado a lo largo de la historia, lo que ha tenido impactos generalizados en los sistemas humanos y naturales.
En respuesta, desde hace más de dos décadas, varios países han asumido una responsabilidad compartida en la negociación multilateral, a través de la celebración de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y de otros instrumentos que buscan estabilizar las concentraciones de gases efecto invernadero en la atmósfera, en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático.
En cuanto al Acuerdo de París, México fue el primer país en desarrollo que llevó a cabo el control de gases efecto invernadero. Dicho Acuerdo pretende dar continuidad al Protocolo de Kioto y trata de establecer metas más ambiciosas para el año 2020.
Asimismo, manifiesta la preocupación de las diversas naciones que lo integran para superar el desfase que existe entre las emisiones de gases efecto invernadero, entre las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional y las que deberían seguir las emisiones agregadas para cumplir con los niveles preindustriales.
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