El domingo último, de nada valió a la ex campeona mundial de atletismo su convicción de renunciar a los privilegios que otorga la ley a la élite senatorial de la que ahora forma parte y de creer que en este país podía circular sin más, sin mayor protección, sin guardaespaldas.
La sinaloense decidió que su vida como senadora no tenía por qué ser tan distinta de la que había tenido hasta antes del 2012 como ciudadana. Y como tantas otras, pagó caro por creer en la libertad.
La brutalidad, saña e impunidad, que tan frecuentemente padecen las féminas desde hace un tiempo en el Estado de México, pero cuyas autoridades gubernamentales no ven, fue su amarga experiencia el domingo último, cuando regresaba a la capital del país, a bordo de su motocicleta, por la carretera México-Toluca, cerca del parque La Marquesa.
A continuación, el texto íntegro de su testimonio, durante la conferencia de prensa que ofreció este martes en el Senado de la República:
Muy buenas tardes a todas y a todos. Perdón, pero traigo la garganta un poco irritada por la cirugía.
Primero quiero agradecer a los coordinadores del Senado y en especial al presidente del Senado, al senador Pablo Escudero, quien estuvo pendiente en todo momento de mi condición desde el momento en el que se enteró del percance y quisiera empezar a contarles cómo fue que pasaron las cosas.
Yo venía de Valle de Bravo en mi moto y en el entronque del puente que baja de la carretera de cuota, en la carretera de Valle, para incorporarme a la carretera Toluca-México, era un embotellamiento muy grande de coches; obviamente por venir en la motocicleta de manera muy fácil llegué hasta el carril de alta.
Al momento de llegar ahí era un embotellamiento, estábamos carro a carro, yo venía en la moto. Yo ya estoy dentro del carril y esta persona, de la manera más alevosa, se baja un poco al acotamiento y echa el carro sobre de mí, a tumbarme en la moto.
Yo no caigo, solamente cae la moto. Hago por pararlo, para hablare al seguro y que respondiera por los daños que había hecho a mi moto. Esta persona se sigue y haciéndome señas soeces desde arriba de su coche, yo sigo caminando tratándole de decir que se pare. Golpeo el cristal de su carro, se para y en ese momento bajan dos personas del carro: él y su hijo.
Empieza a discutir, empieza a agredirme, empieza a decirme palabras, a ofenderme y en un momento de nada se viene contra mí a los golpes. Logro esquivar el primer golpe que me quiere dar, pero en eso yo no me había percatado que detrás de mí había otros dos sujetos, que uno de ellos es el que me golpea la costilla izquierda, lo que provoca que caiga al piso.
En el momento en el que caigo al piso, unos cuatro empiezan a patearme. De los primeros golpes que dan, obviamente uno de los primeros golpes es este que dan en mi cara; yo adopto una posición fetal tratando de cubrirme del mayor número de patadas que me estaban dando, pero este golpe fue una fractura que rompió el hueso, que hace base en el ojo y que se parte en tres partes.
Yo todavía contaba con mi casco en la mano y al ver que no cedían de darme golpes, lo que hago es meter mi casco al revés de como se pone: lo pongo de frente a mi cara y ellos no paraban de tirar patadas. Eso salvó un poco que golpearan más mi cara, de hecho esta herida que tengo aquí es una patada también de donde me estaba protegiendo con el casco.
Al final, quienes logran detenerlos es toda la gente que estaba alrededor, que empiezan a gritar, se empiezan a bajar algunos y logran detenerlos, a separarlos. Esta persona siguió, todavía violento, tratando de golpear a más personas de las que se bajaron a detenerlo. No recuerdo quién de todos ellos es quien finalmente llama a la policía.
Desafortunadamente la Policía Federal no logra llegar por el tráfico. Mi moto seguía tirada sobre el camino. La moto de mi compañera seguía también sobre el camino, no tirada, pero estaba sobre el camino.
Yo me regreso, ella se queda para tratar de detenerlos dando tiempo a que llegara la patrulla. El video que hoy han visto y que está en las redes, es el video de ella tratando de detenerlos, y de ese tamaño de palabras y con ese nivel de soez estuvo tratando de amedrentarlo.
Finalmente ella fue aventada sobre la barrera de acotamiento por el joven otra vez, que se bajó del carro a golpearla para tratar de poder seguir adelante y se dieron a la fuga finalmente.
Nosotros regresamos a las motos; seguimos desde este punto hasta encontrar una patrulla de la Policía Federal, pero la verdad yo no venía bien; ya el nivel de inflamación que tenía en mi cara y la sensación que tenía de la fractura no me dejaban avanzar a una velocidad considerable.
Fue hasta casi llegar a la caseta de Toluca-México que encontramos una patrulla de la Policía Federal y fueron ellos quienes nos auxiliaron; ya estábamos muy cerca de la base de la Policía Federal en Cuajimalpa. Finalmente mi moto se queda ahí y fui trasladada al hospital por la patrulla de la Policía Federal.
El parte médico desde el inicio, desde que llego al hospital da el diagnóstico de la fractura en la cara. Tuve que permanecer en el hospital, una por hacer dieta y la otra por tener las piezas para poder llevar a cabo la cirugía y fui intervenida ayer a partir de las dos de la tarde.
La cirugía fue exitosa. Toda esta inflamación y todo este derrame que se ve en el ojo es propio del golpe y de la manipulación que se ha hecho.
Mi cuerpo está lleno de moretes por las patadas que recibí en parte del torso.
Pero yo creo que aquí más allá de lo que ha sucedido es un hecho cobarde. He sido siempre buena ciudadana.
Yo no uso escoltas, no tengo chofer; ando en mi moto y nunca, más bien promoviendo siempre el buen haber entre la ciudadanía.
Creo en mi país y creo que es donde tenemos que trabajar, no en la violencia, no en promover más violencia y en un basta a la violencia.
Ayer nunca pensé que fuera a pasar esto. Me toca a mí. Nunca desde el momento en que descendí de la moto fue hacer uso de ninguna índole de poder ni de prepotencia. Nunca puse mi nombre por delante, nunca dije quién era y nunca dije que era senadora de la República. Fui ecuánime y aguanté cada uno de los golpes que me dieron y esto que hoy ven, que podía haber seguido esta conferencia con lentes, pero quiero que la gente me vea.
Y que más allá de ser quien soy, quien represento para este país, y hoy desde mi labor legislativa voy a subir una foto diaria de este golpe, en nombre de esas mujeres y de un ya basta a esta violencia, porque no es justo; no es justo que siga habiendo tanta injusticia, que se siga dando de manera tan arbitraria y tan cobarde.
Tal vez si hubiera tenido los huevos de enfrentarse conmigo solo hubiera podido hacer algo, por lo menos meter las manos, pero no con cuatro; no con cuatro que me atacan por la espalda y cuatro que me tiran al piso y me patean.
Eso se llama cobardía, aunque fuera entre hombres y como fuera, porque ni los animales se atreven a atacar entre cuatro a uno solo. Esto que hoy me toca vivir tiene que ser por algo y para algo.
Tenemos mucho que hacer desde el Senado de la República, quiero hacer un paréntesis de decirles que la respuesta, más allá de que sea yo la respuesta por parte de la autoridad fue inmediata.
Inmediatamente llegó tanto el agente de las Policía Federal, quien estuvo pendiente y estuvieron horas en el hospital junto a mí, esperando a ver cuál era el diagnóstico y si necesitaba otra cosa.
Por parte de la Procuraduría del Estado de México, igual y con la ayuda de mis compañeros senadores, se ha logrado también una comunicación ya con la Procuraduría General de la República, con el procurador y con las autoridades y bueno, se está trabajando en el tema.
Hacer un exhorto a toda esta gente que estuvo alrededor del momento que por favor me manden sus videos, que muestren la forma en la que me golpearon y que no quede solamente en un hecho más.
Repito: me tocó a mí, pero no estoy exenta, soy una mexicana más. Yo no ando con seguridad ni tampoco traigo chofer y soy yo y eso me ha permitido poder tener esa cercanía con la gente y mostrarme como soy.
Pero lo decía en la mañana a los medios, qué hubiera sido si el escenario estuviera contrario, que yo efectivamente sí hubiera traído escoltas y tal vez en ese momento hubiera sido una historia totalmente distinta.
Pero no es el tema, el tema es la violencia, yo no estoy de acuerdo con la violencia. Varias veces he sido incluso invitada al tema de la portación de armas, pero no estoy de acuerdo con el tema, porque con violencia no se resuelve nada.
Entonces, esta marca que me ha dejado en mi cara, estos clavos que voy a portar por el resto de mi vida y estas placas van a ser el recuerdo constante de que haré lo que esté en mis manos siempre por defender este tema de no a la violencia, de la no violencia contra las mujeres, porque más allá de que este hecho sí es una violencia contra el género, contra mí, la violencia no tiene género, también está para hombres, también está para mujeres, también está para niños y también está para adolescentes y para adultos mayores; es para todos.
Entonces, lo haré así. Agradezco las muestras de cariño de todas mis compañeras senadoras, de todos mis compañeros senadores que se han solidarizado con esto y también a toda la gente que estuvo pendiente, la gente que estuvo preocupada por lo que estaba pasando.
No quise hacerlo desde la noche del incidente, porque primeramente quería saber y descartar todo lo que tuviera que ver con el parte médico y descartar la peligrosidad de lo que pudieran ser los golpes.
Estuve alrededor de dos horas adentro del tubo haciendo una tomografía de todo mi tórax, los moretes de mis piernas son menores, pero sí en el tórax tengo varios golpes internos, en mi cabeza también, varios chipotes y lamentablemente ésta, que les digo que fue una de las patadas que me dieron, que sí logró esta fractura.
Creo que no tendría caso extenderme más. Solamente decirles gracias, gracias al país, porque ha sido general y seguir trabajando. Tendré que sobreponerme a esto, no es una situación fácil, he de madurarlo.
He dormido por supuesto por la medicina, por la cantidad de medicamento que me ha sido suministrado. El dolor de la fractura era muy fuerte el post operatorio también.
Pero no me voy a detener. Hoy he venido hasta aquí porque no pude dejar pasar este momento, porque lo más común era haberme ido a mi casa y a reposar, incluso hasta exentarme el día y no regresar hasta que inicie el otro periodo, terminamos el próximo jueves, me presentaré el jueves a trabajar porque no me exenta.
Y es una invitación a todas esas mujeres que son violentadas a que no nos debemos de detener.
Me ha tocado ser pionera de lo que fue mi razón de ser durante muchos años y no lo voy a dejar de ser ahora. Ahora soy legisladora y me tocó esto y no me exenta porque, repito, soy una más en este país.
Entonces estaré aquí y estaré hasta el último día de trabajo con la responsabilidad que tengo y que ha redoblado en mí el esfuerzo y la intención de trabajar más sobre este tema.
Hay grandes compañeras que han hecho labor inmensa por el tema y hoy me uno a ellas y me uno a todo el Senado y sé que la suma de nuestros compañeros senadores varones también está porque no debemos de seguirlo permitiendo.
Ojalá que así sea y que sí logremos ese basta a la violencia y este basta a la agresión a la mujer.
Muchas gracias a todos.
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