Que sirva la entrega de esta presea “para fortalecer los debilitados lazos de unión y fraternidad de los mexicanos”, dijo la senadora Sonia Mendoza Díaz, a nombre de la Cámara alta y ante la señora Clitia del Socorro y los representantes de los Poderes de la Unión, testigos de honor:
El Presidente Enrique Peña Nieto; el ministro Eduardo Medina Mora, en representación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Edmundo Javier Bolaños Aguilar y su contraparte en el Senado, Pablo Escudero Morales.
Mendoza Díaz, secretaria de la Comisión que se encargó de designar al merecedor de la presea, hizo notar que es ésta la primera vez que el máximo galardón que otorga el Senado, se entrega a un ciudadano común y no a un político, a un mexicano que, enfatizó, “supo cumplir con el deber que le dictó su conciencia”.
En sesión solemne, aseguró que la asamblea honra la conducta de quien ha dado una lección irreprochable de amor a sus semejantes y de una valentía formidable, al ofrendar su vida para proteger la de otros. Gonzalo Rivas Cámara demostró ser un hombre íntegro al que la vida le colocó sobre los hombros “el colosal peso de decidir ponerse a salvo o salvar a los demás, a costa de perder la existencia.
“Eligió lo segundo y al hacer visible y reivindicar las lecciones de su sacrificio, estoy segura que la patria será un poco más como quería Belisario Domínguez: más grande, más unida y más hermosa que nunca”.
En el salón de plenos de la antigua sede del Senado –la Casona de Xicoténcatl– la senadora del Grupo Parlamentario del PAN, subrayó que en tiempos de egoísmo e irritación, el gesto del teniente de Fragata, Gonzalo Rivas, es el de un mexicano sencillo, padre de familia, responsable como la mayoría y digno de ser reconocido como ejemplo.
Un héroe de carne y hueso fue nuestro condecorado quien, recordó, se encontraba en su oficina en una gasolinera de Chilpancingo, el 12 de diciembre de 2011, cuando inició el fuego en una de las bombas despachadoras de gasolina, como resultado de un enfrentamiento entre policías y estudiantes.
De acuerdo con sus compañeros de trabajo: “mientras todos corrieron a ponerse a salvo, Gonzalo buscó un extinguidor para controlar el incendio”, e impedir que se extendiera a los depósitos de gasolina; este acto, empero, le provocó quemaduras de tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo, algo que después ya no pudo superar.
La senadora precisó que la presea se ha otorgado siempre a políticos, intelectuales, profesionistas o empresarios; no obstante, en esta ocasión se entrega a un ciudadano que en un momento de su vida fue capaz de un sacrificio heroico: arriesgar su propia vida para evitar la muerte de muchas personas.
Con esta entrega, apuntó, subrayamos el profundo sentido de dignidad humana de su noble gesto y se pone en perspectiva que jamás fue intención de la asamblea controvertir ningún movimiento ni causa social. Al laurear a Gonzalo Rivas, añadió, también se rinde homenaje a la Marina Armada de México, que forma sus elementos con los valores de ayuda y sacrificio por los demás.
Mendoza Díaz señaló que se reconoce un acto de heroísmo incuestionable y que no existe política detrás de la decisión, como tampoco lo hubo en la acción desinteresada de Gonzalo Rivas. La Medalla es una forma genuina de honrar a todas y todos aquellos que han sido capaces de actos heroicos sin esperar nada a cambio, argumentó.
“Por mi conducto, las y los senadores de la República hacemos votos porque este tipo de actos estimule la confianza de que al hacer algo por otro ser humano lo hacemos por toda la humanidad.
Que sirva esta entrega de la Medalla Belisario Domínguez al héroe de Chilpancingo, como ya es conocido, para fortalecer los debilitados lazos de unión y fraternidad de los mexicanos”, finalizó.
El hermano del galardonado, teniente Iván Inocencio Rivas Cámara, agradeció la distinción y muestra de solidaridad por parte del Senado de la República, porque “nos permite visualizar la partida de Gonzalo desde otro punto de vista” y es que su muerte tuvo una noble causa.
Recordó que tras 20 días de agonía de su hermano, a causa de las quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo y pese a su dolor y condición, nunca se arrepintió y en cambio, en sus últimos instantes de vida, dijo que sólo hizo lo correcto, aunque en ello se le fuera la vida.
“Murió precisamente por amor a la vida, por su enorme deseo de impedir que otros, ante un peligro, la perdieran”, sostuvo.
Recordó que en los años de servicio de hermano Gonzalo en la Marina, entregó su vida al servicio de México y lo hizo con honor, con deber, con lealtad y sobre todo con patriotismo.
Manifestó que no habrá algo que consuele, ni sane el enorme dolor que ha dejado su partida; no obstante, dijo que así como él hay personas que con sus acciones enaltecen la nación, contribuyendo a una sociedad más segura, honesta y justa, a través de actos de paz y de justicia.
Previamente, la senadora Itzel Ríos de la Mora, secretaria de la Mesa Directiva, dio lectura a la histórica proclama del doctor y senador Belisario Domínguez.
Luego de los discursos, se guardó un minuto de silencio, a fin de honrar la memoria de los miembros de la Orden Mexicana de la Medalla Belisario Domínguez ya fallecidos.
Posteriormente, el presidente Enrique Peña Nieto, los presidentes del Congreso de la Unión, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; así como los integrantes de la Mesa Directiva, se trasladaron al Muro de Honor de la Medalla para develar el nombre del galardonado y después montar una guardia de honor ante la estatua de Belisario Domínguez.
A la sesión solemne del Senado de la República también asistieron el comisionado presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Julio Antonio Hernández Barros; diputados federales; integrantes del gabinete legal y ampliado del Poder Ejecutivo Federal; representantes de los poderes del estado de Chiapas y del presidente municipal de Comitán; así como distinguidas ciudadanas y ciudadanos que con anterioridad recibieron la Medalla de Honor Belisario Domínguez.
Deja un comentario