Las ejecuciones contra periodistas y luchadores sociales están al alza. Y si bien no son acreditables al gobierno de la Cuarta Transformación, éste se ha mostrado incapaz de ponerles un alto. Por otra parte, tras la detención de Ovidio Guzmán –hace algunas semanas- nada más se ha conocido respecto del desmembramiento del cártel que encabezaba.
Y por lo pronto, de ese caso no quedan sino las secuelas de miedo e inseguridad que padece la población local, a la espera de las represalias que la organización criminal emprenda y de nueva cuenta, la tome de rehén; mientras, buena parte de la población del país reclama que vive en medio de la inseguridad:
Según publicó la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI las ciudades de Fresnillo, Zacatecas, Irapuato, Naucalpan, Ecatepec y Ciudad Obregón, resultaron ser aquellas en las que más del 90 por ciento de la población afirmó que vive con miedo de ser víctima de atraco o de asesinato al transitar por las calles o a bordo del transporte público.
Se acusa, dice la referida publicación, de encariñarse con militares; acercarse a Donald Trump; sus dichos contra las organizaciones de mujeres, organizaciones no gubernamentales y contra el diario The New York Times. Según Index on Censorship las anteriores serían las “razones” por las que mereció ser designado Tirano del Año 2022.
Según define el Diccionario de la Real Academia Española, un tirano es alguien que obtiene contra derecho el gobierno de un Estado, especialmente si lo rige sin justicia y a medida de su voluntad. O es también quien abusa de su poder, superioridad o fuerza en cualquier concepto o materia, o el que impone ese poder y superioridad en grado extraordinario.
Nada de eso acredita Index on Censorship, si bien hasta un involuntario eructo del Presidente sería suficiente para la derecha como para condenarlo y crucificarlo por corrupto, anti democrático y autoritario.
Empero, lo cierto es que en el mejor de los casos, este gobierno estaría a la espera de cerrar casos más que simplemente relevantes del combate a la corrupción, si es que del juicio contra Genaro García Luna se desprenden elementos para acusar formalmente al ex Presidente Enrique Peña Nieto, y de pasada a Felipe Calderón también y, claro, a colaboradores de ambos.
Sin duda sería algo inédito que claramente marcaría precedentes para futuros gobiernos. Pero aún si López Obrador consiguiera meter a la cárcel a ex mandatarios y los obligara a devolver lo robado, estaría pendiente resolver el combate a la inseguridad, es decir, aún quedaría por resolver lo de la inseguridad y el miedo entre la población.
Pero, sin duda, es una delirante fantasía lo del presunto tirano.
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