Le escuchaban no sólo en el zócalo sino también en las avenidas 5 de Mayo, 16 de Septiembre, 5 de Febrero, 20 de Noviembre, Pino Suárez y Venustiano Carranza, todas colmadas de pueblo y ciudadanía que algunos calcularon entre 160 mil y 200 mil asistentes, pero que, en todo caso, fueron apenas mínima representación de ése 80 por ciento de apoyo ciudadano a la mandataria que arrojan las encuestas, un día… si y otro también.
En los minutos previos los convocados disfrutaron de un festejo que incluyó música bailable de parte de agrupaciones de la Secretaría de Marina Armada de México, y de un mariachi de la Secretaría de la Defensa
“Somos naciones en igualdad de circunstancias: no somos más, pero tampoco menos. Y siempre pondremos por encima de todo el respeto a nuestro amado pueblo y a nuestra bendita nación”, sostuvo. Y era claro que se refería a los Estados Unidos, a las falsedades de aquél comunicado en el que pretextaba el domino del narco sobre el gobierno mexicano para imponer aranceles.
La Presidenta de México inició con un recordatorio:
“Me comprometí con ustedes a que nunca iba a haber divorcio entre pueblo y el gobierno; dije que somos uno solo, que somos un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Que siempre que hubiese que informar o afrontar alguna adversidad íbamos a estar juntos. Y no rompo mis compromisos: aquí estamos juntos pueblo y gobierno. Y nunca, nunca nos vamos a separar; esa es nuestra razón, nuestra fuerza”.
Dijo también que en esta ocasión la reunión era “para congratularnos”. Y claro, porque –refirió- con los Estados Unidos, con su gobierno, prevalecieron diálogo y respeto. “Y fueron levantadas las tarifas o aranceles que se estaban aplicando a productos que exportamos hacia el vecino país”.
Así, conciliadora, expresó que el encuentro, al que primero denomino asamblea, fue convocada para anunciar una estrategia de respuesta, planeada desde hace meses. Pero “afortunadamente ha prevalecido el diálogo y sobre todo el respeto entre nuestras naciones”.
Y si bien Sheinbaum reconoció el buen trato que recibió de Trump y aún recordó que en la historia entre ambas naciones hay capítulos del respaldo estadunidense a México: al Presidente Juárez, al Presidente Cárdenas y al presidente Madero, entre lo más relevante, no renunció a recordar que, igual los Estados Unidos nos invadieron y hasta nos dieron tremendo zarpazo al despojarnos de buena parte del territorio nacional.
Empero, expresó: “Siempre diremos con orgullo y amor, México es un país libre, independiente, soberano y democrático. Nuestra fuerza es el pueblo, nuestro motivo es su bienestar, tenemos la misión de servir al pueblo y a la patria. Tengan la certeza de que su presidenta, con temple y corazón, nunca les va a traicionar, y siempre pondré mente, corazón, energía y hasta la vida misma por nuestro querido y amado México.
De nuevo en referencio a la relación con los Estados Unidos, dijo: “Somos vecinos, tenemos la responsabilidad de colaborar y coordinarnos, pero debemos tener siempre claro, como decía Vicente Guerrero, la patria es primero”.
Enseguida enumeró una serie de hechos: cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos señalan que entre octubre de 2024 y enero de 2025, disminuyó el cruce de fentanilo de México a la vecina nación del norte en 50 por ciento. Y de enero a febrero de 2025 en otro 41 por ciento.
Del gobierno estadunidense apuntó que éste debe atender las causas del consumo y adicción entre su gente al fentanilo y a otras drogas. Y de la misma manera, expresó, la administración del presidente Trump debe ser más eficiente para que dejen de llegar armas de alto poder a nuestro territorio.
Dijo también en este sentido que: “No tenemos, ni tendremos intención de perjudicar al pueblo estadunidense y estamos resueltos a colaborar con él en todos los ámbitos, especialmente ante la preocupación que tienen por el grave problema de consumo de drogas sintéticas, por razones humanitarias México seguirá colaborando para evitar que llegue fentanilo a los jóvenes estadounidenses y para apoyar a sus familias”, afirmó.
Luego, recordó los puntos principales para el crecimiento de México: Fortalecimiento del mercado interno, seguir aumentando el salario mínimo: Ampliar la autosuficiencia en alimentos básicos y energéticos: “que se produzca en México lo que consumimos en México”; promover la inversión pública para impulsar la creación de empleos (trenes, carreteras, viviendas); promover la producción nacional para el fortalecimiento del mercado interno con el Plan México y fortalecer la base de nuestro proyecto: los programas de bienestar.
El mensaje que se esperaba incendiario y lleno de pasión y convicción nacionalista, no llegó a tanto, acaso nada más para puntualizar los límites de la negociación con los Estados Unidos, pero eso si: siempre en un marco de respetuosa, pero firme diplomacia.
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