La reforma constitucional sienta las bases para la implementación de políticas públicas con una perspectiva intercultural y de género, un aspecto fundamental para asegurar que las mujeres indígenas, quienes han sido doblemente marginadas por su género y origen étnico, también puedan ejercer plenamente sus derechos en condiciones de igualdad.
Pero no obstante esta impensada coincidencia entre mayoría y oposición, no todo fue miel sobre hojuelas, pues ninguna de las objeciones de PRI, Movimiento Ciudadano y PAN fueron rechazadas.
Las senadoras Claudia Edith Anaya Mota, del PRI; Amalia García Medina, de Movimiento Ciudadano; y el senador Miguel Márquez Márquez, del PAN, presentaron reservas sobre las consultas a los pueblos originarios, la proscripción de la distinción de los diferentes grupos étnicos y sobre la pluriculturalidad y derechos de las mujeres, mismas que no fueron aceptadas a discusión por la asamblea.
Por tal motivo, los artículos reservados fueron aprobados en los términos del dictamen, con 128 votos a favor. Una vez que el proyecto de decreto fue aprobado en lo general y en lo particular, fue remitido a las legislaturas de los estados para su consideración.
Apenas un atisbo de reconciliación y diálogo. ¿Será? (Rubén Vázquez Pérez)
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