Esta censura, traducida también en falta de difusión, señaló Monreal, se refuerza con las medidas restrictivas que el mismo INE llevará a cabo y que limitarán la participación ciudadana el próximo domingo.
Dijo que la revocación del mandato es una figura de la democracia participativa que se ha utilizado desde hace más de un siglo en Francia, Chile, Bolivia, Suiza o Estados Unidos. Se trata, añadió, de “un ejercicio democrático de clase mundial”.
Para México, continuó, es algo novedoso, no sólo porque será la primera vez que se haga, sino porque la voluntad del titular del Ejecutivo federal, para concretar este ejercicio, “rompe con un paradigma en el cual la figura del Presidente era todopoderosa, intocable e inamovible”.
La revocación de mandato enfrenta la resistencia natural de grupos de oposición, pero también, dijo, una actitud incongruente de la autoridad electoral, “cuyos representantes se han convertido en los principales adversarios de lo que será un ejercicio democrático de clase mundial”, remarcó.
La revocación de mandato en México, continuó, se coloca a nivel mundial como un mecanismo disruptivo, tanto por la magnitud del ejercicio como por su significado internacional, sobre todo en un contexto en el que las y los mandatarios de todo el mundo difícilmente buscan ser evaluados, ante la crisis generada por la pandemia.
Dijo que el Instituto alega una inexistente falta de recursos económicos, aunque lo más grave es la instalación de un muy limitado número de casillas y la falta de información sobre su ubicación, lo que puede generar retrasos y obstáculos para el ejercicio de este derecho ciudadano.
Esta rigurosidad, acotó Monreal, contrasta y es incongruente cuando se trata de sancionar o vigilar a fuerzas políticas de oposición. Éstas, acusó, sí pueden criticar la revocación; publicar en redes sociales lo que deseen y arremeter contra el Presidente y su gobierno.
Además, se expresan sin restricción sobre el ejercicio democrático del próximo domingo y, en general, son libres de hacer y decir todo, sin ningún tipo de sanciones o supervisiones por parte de la autoridad electoral.
El INE, consideró el senador, “está cerca de llevar a la realidad la ficticia Policía del Pensamiento descrita por Orwell, pues sólo le falta querer controlar las conciencias de las y los mexicanos para evitar cualquier idea que los impulse a participar en la revocación de mandato”.
Afirmó que la revocación de mandato, ejemplifica con claridad la lucha entre quienes buscamos que la democracia prevalezca y quienes obstinadamente pretenden continuar en un esquema de democracia a modo, útil sólo para mantener lo que se conoció como la dictadura perfecta.
“Muchas son las personas que desean que este ejercicio no se hubiera llevado a cabo o que fracase una vez que se realice”, afirmó. Pero frente a estas resistencias, subrayó, se tiene la voluntad política de un Presidente demócrata.
Recordó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que se someterá a la decisión del pueblo, incluso si no se alcanza el porcentaje necesario del 40 por ciento de la Lista Nominal de electores, que la Constitución y la ley obligan para hacerlo vinculante.
“Éste es el mejor de los tiempos para la democracia en México, aunque muchos quieren hacer creer lo contrario”, afirmó el senador. (Redactor: Rubén Vázquez Pérez)
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