OPINIÓN

Tentación por el autoritarismo

 |  Miércoles, 07 Agosto 2019 14:04  |  Publicado en OPINIÓN

Rubén Vázquez Pérez

Está difícil la defensa de los cambios al código penal de Tabasco que el gobernador Adán Augusto López Hernández propuso y el congreso estatal aprobó ipso facto para criminalizar a quienes afecten la realización de obras, así se escuden en la figura de la protesta y, por tanto, de la libertad de manifestación y expresión públicas.

La denominada Ley Garrote, pues.

Está difícil por los antecedentes y el precedente que implica. De los primeros hay que decir que la protesta pública –como la que se criminaliza con la mencionada  nueva ley en ese estado-, ha sido un recurso muy socorrido desde mediados de la década de los 70´s en el siglo pasado:

Las movilizaciones por calles y avenidas, no tardaron mucho en convertirse en toma de edificios e instalaciones, mediante el cierre de sus accesos, con su secuela de afectación a las vialidades; destrucción de mobiliario e inmuebles y aún del equipamiento urbano, e incluso secuestros a ciudadanos, así haya sido por algunas horas o minutos.

La oposición sindical, urbana, rural y partidista, siempre anti gubernamental y cada vez más cerca de la izquierda, no tuvo más recurso que ése durante prácticamente 50 años, en los que si bien su objetivo fue denunciar, desenmascarar y exhibir a gobiernos que simulaban pero no gobernaban; que prometían, pero no cumplían, lo cierto es que devinieron en una suerte de profesionalización de la protesta llevada a cabo por personajes que no necesariamente eran parte de los inconformes, pero que sabían muy bien cuándo y dónde golpear, cómo retirarse y aún evadir la acción de la justicia.

Jorge L. Yépez

En fechas recientes se ha sabido de renuncias de personajes que parecían compatibles con los ideales y las políticas instrumentadas por el nuevo gobierno. Obviamente analistas y diversos intelectuales, ahora francos opositores al régimen en turno, hacen sonar las cacerolas de alarma y con bombo y platillo anuncian el declive del nuevo gobierno, o al menos lo que pareciera ser una severa sacudida y exigencia de enmendar algunas planas.

Lo que parece entendible es que el presunto nuevo régimen en vías de construcción, ha estado atravesando –desde sus orígenes– por un periodo de confrontación abierta, entre quienes lo detestan por no ser afines a sus propuestas, acciones y decisiones y quienes se ven afectados en sus intereses personales o de grupo. De otra parte, en cifras que rondan el 70% de la población (Reforma dixit), aceptan las acciones y decisiones del nuevo gobierno, quizás por ser un país mayoritariamente sujeto a los magros ingresos de su trabajo o empleo y con escasas posibilidades de mejora, que se han multiplicado exponencialmente en las últimas décadas. La esperanza sigue floreciendo formando un lazo muy sólido, que no se abandona a pesar de los nubarrones de tormenta.

Nada nuevo bajo el sol. De  acuerdo a lo que analiza Álvaro García Linera Vicepresidente del Estado Plurinacional Boliviano, en su libro Las Tensiones Creativas de la Revolución, cada Estado nación en proceso de cambio llámese revolucionario o no, atraviesa por una fase que se caracteriza por una franca y abierta batalla, sin necesariamente llegar a la confrontación. En este momento: “…los bloques antagónicos, los proyectos irreconciliables de sociedad que cubren territorialmente la sociedad y el Estado, deben dirimir su existencia de manera abierta, desnuda, a través de la medición de fuerzas...”.i Libro de distribución gratuita en; https://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/tensiones_revolucion.pdf.

Eso es precisamente lo que se ha venido suscitando y poco habría que agregar, salvo que algunos personajes “convencidos” de la necesidad del cambio profundo se toparon con esquemas y modelos teóricos y pragmáticos contrarios a los que han venido operando a lo largo de su vida profesional y en su calidad de servidores públicos. Esto es, no puede recriminarse que todas las generaciones de profesionales en el ámbito de las ciencias sociales y las económicas no son ninguna excepción, fuimos aleccionados con los esquemas del modelo neoliberal, en tanto no se lograba vislumbrar modelos paradigmáticos alternativos y pensar en un neosocialismo o cualquier otro “neo”, parecía francamente inviable y por ende impensable.

La IV Transformación, ¿no es lo mismo?

 |  Miércoles, 03 Julio 2019 15:32  |  Publicado en OPINIÓN

Rubén Vázquez Pérez

¿Qué es lo que está detrás de la arbitrariedad laboral con que han procedido los “colaboradores” que el Presidente Andrés Manuel López Obrador designó para dirigir medios de comunicación públicos?

Los despidos más que injustificados contra periodistas, todos ellos trabajadores, muchos de base y sindicalizados y, en varios casos, con al menos un decenio de antigüedad, no parecen marcar una línea de congruencia con el discurso presidencial.

Como sea, en ningún caso existe justificación para el despido y las hipótesis que se perfilan como causa de esa agresión laboral, son preocupantes.

La austeridad republicana ¿es la causa del proceder o sólo el pretexto que hallaron los funcionarios designados para cumplir el encargo presidencial en el Instituto Mexicano de la Radio, la agencia Notimex y el canal 11 de televisión?

Si es así, la lógica sería que la pobreza presupuestaria que les fue asignada en el primer año de la Cuarta Transformación, les obligó a romper la cadena por el eslabón más débil.

Y ahí sí, ni hablar: mandado no es culpable, razonarían los funcionarios y como Pilatos, se lavarían las manos.

Pifias

 |  Miércoles, 05 Junio 2019 17:32  |  Publicado en OPINIÓN

Rubén Vázquez Pérez
¿Nadie del gobierno en México sabía que el máximo dirigente de la Iglesia La Luz del Mundo tenía una orden de aprehensión por pederasta y pornografía infantil?
¿A quién en su sano juicio se le ocurrió que menores de edad decidan si usarán la ropa que es propia del género al que no pertenecen?
¿Por qué esa mayúscula falta de precisión presidencial para citar un dato histórico, cometer un error garrafal y con toda ligereza minimizarlo?
Todos los anteriores podrían ser resbalones propios de un gobierno inexperto que apenas empieza, que no termina de cumplir su primer año y que mucho le convendría que hechos así, no pasaran de la mera anécdota.
Si, está bien, pueda que así sea. Pero se trata de un gobierno que tampoco ha dado muchos resultados.
Porque más allá de someter a los huachicoleros, ¿qué más ha logrado el gobierno de la Cuarta Transformación?


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