OPINIÓN

Raúl Adorno Jiménez

Con la presentación de su Plan México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo recupera dos aspectos fundamentales que nunca debieron dejarse de lado, ser el productor de sus propios insumos, fomentar la productividad interna, mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos, incentivar su capacidad científica y tecnológica no sólo para satisfacer su demanda interna, sino externa, para dejar de ser dependiente de la oferta y la demanda que ofrece el mercado exterior.

Cuando se firmó el primer Tratado de Libre Comercio, en los tiempos de Carlos Salina de Gortari, el entonces mandatario partió y enarboló la premisa de que cada una de las tres naciones firmantes: México, Estados Unidos y Canadá participaran con aquellos productos donde eran más competitivos, y compraran aquellos que les resultaban más baratos en cuales quiera de los países contrayentes del tratado.

Fue así que ponían como ejemplo las exportaciones de frutos y hortalizas, sin descontar que la industria automotriz compuesta principalmente por empresas extranjeras trasnacionales, principalmente de Estados Unidos, pero donde la industria japonesa y alemana, entre otras, vinieron a instalar enormes campos industriales, siempre con miras a llegar al mercado estadounidense.

Ambos sectores compartían un común denominador: la mano de obra más barata. Particularmente, en el campo se impulsaron exportaciones de cultivos que requerían de manera intensiva de mano de obra, aprovechándose de la necesidad de poblaciones enteras de jornaleros de estados como Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Michoacán, entre otros, principalmente del sureste mexicano.

CAFÉ CON ADORNO | Inicia la pesadilla Donald Trump

 |  Lunes, 20 Enero 2025 22:09  |  Publicado en OPINIÓN

Por Raúl Adorno Jiménez


Finalmente tomó protesta Donald Trump como el presidente de Estados Unidos; habrá de dirigir los destinos no sólo de su nación, sino que su administración no sólo tendrá que ver con los ciudadanos estadounidenses, sino que sus políticas se extenderán por todo el mundo, repercutiendo para bien o para mal, en las naciones de todas las latitudes y particularmente en México.

Prudente firmeza

 |  Viernes, 17 Enero 2025 21:18  |  Publicado en OPINIÓN

Rubén Vázquez Pérez

El próximo lunes asumirá la Presidencia de los Estados Unidos de América –la más poderosa nación del orbe-, el primer Presidente delincuente en la historia de ese país y acaso del mundo, Donald Trump.

Así, no está lejana la hora en que la Presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, habrá de encontrase con el estadunidense para dialogar acerca de aranceles y comercio; cárteles mexicanos y tráfico de armas y, desde luego, fentanilo y migración.

Como sea, en breve se conocerá qué tan ciertas habrán de ser sus amenazas acerca de los impuestos a las exportaciones mexicanas y el uso de su ejército para combatir a las organizaciones delincuenciales mexicanos del narcotráfico, en territorio nacional.

Trump llegará precedido de ese estilo de desafíos, provocaciones y balandronadas que, empero, ya cobraron su primera víctima, en la figura del primer ministro canadiense, Justin Trudeau:

Nervioso, el canadiense perdió las formas y, en su precipitación –ante la amenaza de imponerles a ellos también impuestos a sus exportaciones-, perdió también el decoro cuando intentó hablar con Trump y sólo recibió de éste la burla:

EL GOLFO X

 |  Miércoles, 15 Enero 2025 20:08  |  Publicado en OPINIÓN

David Martín del Campo

El emperador sigue dictando sus propósitos de conquista. Lo hizo Napoleón antes de emprender la (fallida) invasión de Rusia en 1816, y lo repitió Adolfo Hitler al declarar la “Anschluss” como la política de lo que sería su imperio, el Tercer Reich: anexión, ensanche, invasión, conquista de un “espacio vital”. Así, tras el desconocimiento al Tratado de Versalles (1919), el Füerer procedió a la ocupación militar de Austria, Checoslovaquia, y Polonia en 1939… lo que desataría la contienda mundial que marcó al siglo XX.

         Ya lo decíamos, propósitos de conquista, que no otra cosa ha sido la barrabasada de pretender que la instauración de la MAGA (“Make America Great Again”) incluya la anexión de Canadá, Panamá y su canal, ¡y Groenlandia! al cuarto Reich Trumpista. El sueño de grandeza incluye la designación del nuevo “Golfo de América” en lo que fue la cuenca que lleva por apellido el de México. 

         Puestos ya en ese plano, ¿por qué no mejor Golfo de Trump? Golfo Mickey Mouse, Golfo Carter en homenaje al expresidente Jimmy. Golfo McDonalds, Golfo Elvis Presley, Golfo Cocacola, si de lo que se trata es de “marcar” el propósito de reafirmación y dominio ahora van en serio. O Golfo X, dado que la aplicación que fue “Twitter” se denomina así ahora, y su dueño, el señor Elon Musk, ahora fungirá como nuevo ministro tecnológico reportando a la Casa Blanca.


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