Así consta en los sucesivos informes anuales que el ex secretario del ramo, Miguel Torruco Marqués, rindió ante la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y en cuyas respectivas comparecencias asambleístas de todos los partidos aprobaron.
Que con programas de turismo social, como Sonrisas por tu Ciudad, se haya beneficiado a más de 350 mil capitalinos pobres, en un crecimiento espectacular de casi 30 veces lo logrado en el sexenio anterior, es algo que no mereció seguimiento alguno para López Cárdenas.
El nuevo secretario de Turismo de la CdMx trae en mente algo, sin duda, más importante que, por ejemplo, superar el reto de los 13.5 millones de turistas, nacionales y extranjeros, que se hospedaron en hoteles de la capital del país el último año y que fueron 3% más que en 2015.
Lo que le preocupa reclama tanto su concentración que tampoco le motiva que el turismo genere más derrama económica que los más de 84 mil millones de pesos con los que cerró en 2016, y que fueron 21 por ciento más que en 2015.
Nada significa para él que hasta el cierre del año pasado, el turismo internacional registrara más de tres millones de visitantes extranjeros, esto es, 11.3 por ciento más que en 2015 y que el gasto que éstos hicieron en la CdMx fuera 35% superior al del ciclo inmediato anterior.
Armando López Cárdenas desestimó incluso que al finalizar 2016, el turismo en la capital del país haya acumulado –en lo que hasta entonces iba del sexenio- una generación de un millón 165 mil nuevos empleos, y que solamente en 2016 hayan sido 180 mil de éstos en el sector.
Pero además, la del Martes pasado fue la última de las despedidas con las que culminó el desmembramiento de un equipo de trabajo con muchos años de experiencia cuyo fin se inició a mediados de Febrero último con la llegada del nuevo Secretario.
Ese día, se fue Jorge Darío Guerrero Carrasco, quien se desempeñaba como Director de Atención Turística de la dependencia y, en los últimos ocho meses, como responsable de la Dirección General de Servicios Turísticos, tras el fallecimiento de su jefe, el licenciado Felipe Carreón.
Guerrero Carrasco el último de los servidores públicos que integró el equipo de trabajo en esa dependencia durante los 20 años que ésta tiene de existencia. Y uno de los principales operadores de los nueve programas que la SecturCdMx manejó durante el sexenio que está por terminar.
Ahora que se ha ido, no queda ni uno solo de los funcionarios turísticos que trabajaron para cuatro jefes de gobierno: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón y Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Guerrero Carrasco trabajó también con los seis secretarios que hasta ahora ha tenido la dependencia: Agustín Arroyo, Alejandra Barrales, Alejandro Rojas Díaz-Durán, Carlos Mackinlay, Miguel Torruco Marqués y los últimos ocho meses del actual secretario, Armando López Cárdenas.
Esto es: se trata de un funcionario que trabajó en la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México desde el primer día en que ésta fue creada y que conoció de cerca y en detalle la problemática del turismo en la capital del país.
Tras su partida, tampoco queda mucha materia de trabajo en la SecturCdMx: de nueve programas que mensualmente se reportaban a la Jefatura del Gobierno capitalino, sólo quedaron tres que más bien se simulan, con resultados muy por debajo de los obtenidos por Torruco Marqués.
El programa estrella, Sonrisas por tu Ciudad, por ejemplo, hasta fines de Diciembre último, beneficiaba con paseos enteramente gratis a más de 350 mil ciudadanos, en su mayoría población marginada, con la expectativa de alcanzar los 450 mil al final del sexenio mancerista.
Gente de escasos recursos económicos; de la tercera edad y con problemas de movilidad física tenían así la oportunidad de ir a museos como el Soumaya, el de Antropología e Historia o el acuario Inbursa y a centros de diversión como Six Flags, La Feria o Kidzania entre otros, y todo gratis.
Tenían incluso la oportunidad de ir a sitios turísticos cercanos a la capital del país como Teotihuacán, en el Estado de México o a ciudades como Cuernavaca, en Morelos e incluso, en el caso de las personas de a tercera edad, visitar playas de Acapulco o Veracruz.
Todo eso dependía del trabajo fino y cotidiano que realizaban colaboradores como Jorge Guerrero y su equipo al que se “premió” con el despido, después de 20 años de colaborar en la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México.
En los lugares de quienes se han ido, han llegado, en cambio, nuevos funcionarios con muchos títulos; los principales, la amistad con López Cárdenas. Y como dato adicional, nula experiencia en el ámbito turístico: ni en la iniciativa privada, ni en el sector público.
Será por eso que hasta ahora ninguno de ellos, incluído López Cárdenas, han dado muestras de contar con planes alternativos a los que han dejado de operar. Así las cosas, ciertamente hay un cambio: el turismo no es más prioridad entre las políticas de gobierno de Mancera Espinosa.
Y, por cierto, a pocas semanas del inicio de las campañas políticas por la Presidencia de la República, es pertinente preguntar: ¿dónde estarán los presupuestos que permitieron la gratuidad del turismo social; dónde los impuestos que generó el turismo los últimos cuatro años?
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